18 septiembre '25
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Con la creciente importancia de la protección del clima y el endurecimiento de los requisitos en materia de emisiones del transporte, la industria automovilística se enfrenta hoy en día a la necesidad de una profunda transformación. La introducción de zonas de transporte limpio, el aumento de los precios de los combustibles tradicionales y los requisitos normativos hacen que los transportistas busquen soluciones más sostenibles y rentables.
Uno de los combustibles que está ganando importancia es el GNC, es decir, el gas natural comprimido, que se está convirtiendo en una alternativa real al diésel, el GLP o los vehículos eléctricos, especialmente en el transporte urbano y regional.
En este artículo analizamos en detalle qué es exactamente el gas CNG, cuáles son sus propiedades, dónde se utiliza y cuándo puede resultar más ventajoso elegirlo, no solo para el medio ambiente, sino también para el bolsillo.
El GNC (gas natural comprimido) es un combustible que se obtiene mediante la compresión de gas natural, principalmente metano (CH₄), a una presión de entre 200 y 250 bares. Es importante destacar que este gas no cambia su estado físico. A diferencia del GNL, permanece en forma gaseosa, pero con una densidad mayor.
El GNC es ideal como combustible para vehículos, desde autobuses urbanos hasta furgonetas ligeras. Su uso en el transporte por carretera se inscribe en las estrategias globales de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero y de fomento de fuentes de energía alternativas.
Curiosamente, el GNC es el mismo gas que se suministra a los hogares para calefacción y cocina. Sin embargo, para su uso en automoción, se purifica y comprime cuidadosamente y, a continuación, se transporta a las estaciones de servicio de GNC como combustible listo para los motores de los vehículos.
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El gas natural comprimido se compone principalmente de metano, cuyo contenido alcanza hasta el 98 %. Por este motivo, el GNC tiene un alto valor energético, que es de aproximadamente 50 MJ/kg. El gas también contiene pequeñas cantidades de otros compuestos, como nitrógeno, dióxido de carbono, etano o propano.
El gas CNG es incoloro, inodoro y no tóxico, por lo que, por motivos de seguridad, se le añade un odorizante, una sustancia aromática característica que permite detectar rápidamente cualquier posible fuga. Entre las ventajas del uso del GNC en la automoción se encuentra el hecho de que, en caso de fuga, el gas se evapora verticalmente hacia arriba, sin formar charcos peligrosos, como ocurre con la gasolina o el GLP.
El GNC se caracteriza por una alta temperatura de autoignición, de hasta 540 °C, por lo que es un combustible difícilmente inflamable y estable en términos de seguridad. Tampoco provoca corrosión en el sistema de combustible, lo que se traduce en un menor desgaste de las piezas de desgaste y visitas menos frecuentes al taller. Además, su alto índice de octano (110-130) garantiza una gran resistencia a la combustión irregular y un funcionamiento fluido del motor.
El almacenamiento de GNC requiere condiciones adecuadas: el gas se almacena en depósitos reforzados especiales, fabricados en acero o composites. Gracias a ello, las botellas son resistentes a los daños mecánicos, incluso en condiciones de uso difíciles.
El gas natural comprimido (GNC) está ganando popularidad actualmente, y no sin razón. En el transporte, especialmente en el urbano, el de flotas y el municipal, destaca sobre otros tipos de combustible, ya que ofrece una serie de ventajas cuantificables.
Los vehículos propulsados por gas natural comprimido emiten muchas menos sustancias nocivas que los motores de combustión clásicos. Su uso conlleva:
¿Qué significa esto en la práctica? Estos parámetros hacen que los vehículos de GNC cumplan incluso las normas de emisión más estrictas (Euro VI/6) y puedan circular sin restricciones en las zonas de bajas emisiones (LEZ), que se están desarrollando dinámicamente en Europa.
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Los precios del GNC pueden variar, pero incluso con un nivel ligeramente superior siguen siendo competitivos en comparación con el diésel o la gasolina.
Los costes de mantenimiento también son más bajos: la combustión del GNC es más limpia que la de los combustibles líquidos, lo que se traduce en un menor consumo de aceite y una mayor vida útil de los componentes. La ausencia de sedimentos y hollín en el sistema de escape tiene un efecto positivo en el rendimiento y reduce la necesidad de costosas reparaciones de los filtros DPF o EGR.
Los motores alimentados con gas natural funcionan notablemente más silenciosos que sus homólogos diésel. Las diferencias pueden llegar a ser de hasta 3-5 dB, lo que en condiciones urbanas se traduce en una mejora real del confort de vida de los residentes y conductores.
En el transporte nocturno o municipal, por ejemplo, durante el vaciado de contenedores de residuos, el menor nivel de ruido se convierte en una gran ventaja y, en el caso de las flotas de vehículos de reparto, mejora la comodidad del trabajo diario. Se trata de un aspecto que, a largo plazo, influye significativamente en la calidad del medio ambiente urbano.
El GNC es uno de los combustibles más seguros disponibles en el mercado. Como ya hemos mencionado, gracias a su elevada temperatura de autoignición (540 °C), a la forma en que el gas se evapora hacia arriba en caso de fuga y a los modernos sistemas de seguridad de los depósitos y válvulas, el riesgo de ignición o explosión es mínimo. Esto hace que el gas natural comprimido se utilice con éxito en flotas de vehículos, vehículos municipales y urbanos, en los que la seguridad es fundamental.
Entre los líderes mundiales en número de vehículos propulsados por gas natural se encuentran China, Irán y la India, pero en nuestro mercado europeo los combustibles como el GNC también se están convirtiendo en una solución popular. ¿Por qué? Porque funcionan bien cuando lo que importa es la ecología, el ahorro y la fiabilidad, valores cada vez más apreciados. Veamos en qué sectores del transporte se utiliza hoy en día el gas natural comprimido.
Uno de los primeros y mayores consumidores de GNC son las empresas de transporte público. Los autobuses propulsados por GNC circulan por las calles de muchas ciudades, ofreciendo un menor nivel de ruido, una mayor protección del medio ambiente y un ahorro (en comparación con los vehículos diésel). Lo mismo ocurre con los camiones de basura y otros vehículos técnicos que operan en los centros urbanos, es decir, donde se aplican normas medioambientales estrictas.
En las ciudades en las que el comercio online y los servicios de entrega urgente están creciendo rápidamente, el gas CNG se está convirtiendo en una solución ideal para las empresas de mensajería y comercio electrónico, como alternativa al diésel. No solo permite reducir el coste del combustible y acceder sin restricciones a las zonas de bajas emisiones, sino que además no genera ruido durante las entregas nocturnas.
Otra ventaja es la posibilidad de repostar rápidamente: en las ciudades donde hay más estaciones de GNC, el problema de la logística del combustible prácticamente no existe. Aunque el GNC también funciona bien para las entregas en localidades más pequeñas y zonas rurales, la falta de infraestructura en esas zonas puede requerir apoyo en forma de una estación de servicio propia o una planificación más cuidadosa de los desplazamientos.
Las empresas que poseen flotas de vehículos de reparto, de servicio o de representación optan cada vez más por instalar GNC ya en la fase de compra de los vehículos. Esto se debe a ventajas como:
Además, con grandes kilometrajes, el retorno de la inversión (ROI) en vehículos de gas natural comprimido puede reportar importantes beneficios, especialmente cuando la empresa dispone de su propia infraestructura de repostaje.
En resumen, el GNC funciona mejor cuando los vehículos se utilizan intensivamente y la infraestructura de repostaje está bien planificada. En estas condiciones, no solo es una solución más ecológica, sino también una inversión con un potencial real de retorno. Cabe mencionar también que, además del transporte por carretera, el GNC se utiliza cada vez más en la navegación costera, los transbordadores y los puertos. Por lo tanto, el gas natural comprimido se está convirtiendo en un combustible universal de bajas emisiones, utilizado en diversos sectores del transporte.
A primera vista, repostar GNC puede parecer complicado. Sin embargo, el procedimiento es intuitivo y seguro, siempre que se respeten algunas reglas básicas.
¡Atención! Se recomienda el uso de guantes y gafas de protección.
Es importante destacar que, por motivos de seguridad, los surtidores de las estaciones de servicio de GNC están equipados con:
El repostaje de GNC suele durar entre 3 y 5 minutos en las estaciones de repostaje rápido de GNC (denominadas «fast-fill»), es decir, lo mismo que el repostaje de gasolina o diésel. En el caso de las estaciones de repostaje lento, por ejemplo, en las bases de flotas, el repostaje puede durar desde varias decenas de minutos hasta varias horas y suele realizarse por la noche, cuando los vehículos no se utilizan.
La siguiente tabla presenta las diferencias más importantes entre los tres tipos de combustibles gaseosos más populares: GNC, GNL y GLP.
CARACTERÍSTICA | GNC (gas natural comprimido) | GNL (gas natural licuado) | GLP (gas licuado derivado del petróleo) |
---|---|---|---|
Componente principal | Metano (CH₄): ~95-98 % | Metano (CH₄): ~95-98 % | Propano (C₃H₈) y butano (C₄H₁₀) |
Estado físico | Gas | Líquido | Líquido |
Condiciones adicionales | Comprimido a una presión de 200-250 bar | -162 °C (condiciones criogénicas) | Almacenado a temperatura ambiente, a una presión moderada de 5-10 bar |
Densidad energética | Media | Alta | Alta |
Tipo de vehículos | Transporte urbano, municipal, furgonetas ligeras | Principalmente camiones para largas distancias | Turismos, furgonetas, algunos camiones |
Seguridad en caso de fuga | Se evapora hacia arriba, no forma charcos | Riesgo de congelación al entrar en contacto con líquidos, se evapora rápidamente | Tras la evaporación, desciende y se acumula cerca del suelo, formando mezclas inflamables |
Emisiones de gases de escape | Muy bajas (bajas emisiones de CO₂, NOx, PM) | Similar al GNC | Más altas que el GNC, pero más bajas que el diésel |
Aplicación | Transporte urbano y local | Transporte de larga distancia | Ampliamente utilizado en Europa en turismos |
Comparación con el diésel | Más silencioso, más limpio | Más silencioso, mayor autonomía | Más barato, más fácil de conseguir |
En los últimos años, el GNC, es decir, el gas natural comprimido, está ganando importancia como alternativa real a los combustibles tradicionales, especialmente en el transporte urbano y de flotas. Se caracteriza por sus bajas emisiones de CO₂, partículas y óxidos de nitrógeno, un funcionamiento más silencioso del motor, un alto nivel de seguridad y un ahorro en la explotación.
Aunque el coste de instalación o compra de un vehículo de GNC puede ser más elevado, en muchos casos la inversión merece la pena, especialmente con grandes kilometrajes y una buena infraestructura de repostaje. Las ventajas adicionales, como la posibilidad de beneficiarse de desgravaciones fiscales o exenciones de tasas en las zonas de bajas emisiones (LEZ), aumentan el atractivo de este tipo de combustible.
Por lo tanto, el gas natural comprimido no es una moda pasajera, sino una elección consciente de muchas empresas que buscan ahorrar y quieren reducir el impacto de su transporte en el medio ambiente.
Sí, el GNC (gas natural comprimido) se considera un combustible alternativo, junto con los biocombustibles, el GLP, el GNL y la electricidad. Su principal ventaja es que tiene un nivel de emisiones más bajo y un menor impacto medioambiental que los combustibles derivados del petróleo.
El GNC (gas natural comprimido) se compone principalmente de metano y se almacena a alta presión en forma gaseosa. El GLP (gas licuado de petróleo) es una mezcla de propano y butano, que se almacena como líquido a menor presión. Otra diferencia clave es su comportamiento en caso de fuga: el GNC, al ser más ligero que el aire, se eleva, mientras que el GLP desciende y puede formar mezclas inflamables cerca del suelo.